Mindfulness para manejo de estrés
El estrés es una condición inevitable de la existencia humana que representa cansancio físico y mental de una persona, funciona como un mecanismo de defensa que nos permite actuar en momentos cruciales de nuestra vida, es un factor determinante en el desarrollo de enfermedades físicas y mentales. Es necesario reconocer que la experiencia del estrés se inicia en el cerebro, al cual afecta así como al resto de los sistemas que conforman nuestro organismo. La percepción o pensamientos del individuo como elemento cognitivo elaborado en el lóbulo frontal del cerebro, determina ciertamente lo que es "estresante" causando estados de distrés emocional que llegan a afectar nuestra salud.
Por lo anterior es necesario distinguir los tipos de estrés que se manifiestan en nuestras acciones.
El Eustrés también conocido como estrés positivo se relaciona directamente con la hormona de la felicidad (denominada dopamina), partiendo de la interacción entre el estresor y la experiencia corporal máxima. Hace alusión principalmente a la capacidad de afrontamiento de un individuo, es decir, todo el conjunto de acciones que permiten una mejora en el rendimiento para realizar determinada tarea. Permite que salgamos de nuestra zona de confort tomando ciertos riesgos que no son de naturaleza peligrosa para poder llegar a la autorrealización.
Por otro lado el Distrés también conocido como estrés negativo, el cual a nivel fisiológico se asocia con la producción de cortisol (hormona encargada de liberarse ante la presencia de estrés), en este tipo de estrés se produce un desequilibrio fisiológico y psicológico y es el que conocemos comúnmente como “estrés” (mientras que el estrés positivo no es muy distinguido por las personas). A nivel general se activa por una amenaza ya sea interna o externa que implica un esfuerzo excesivo. Ante ciertos casos extremos puede desencadenar sintomatología de un trastorno de ansiedad y/o depresión.
Cuando la respuesta del estrés se transforma en un proceso crónico, esta respuesta facilita el inicio de un estado de distrés emocional en el que se observa un conjunto de síntomas psicológicos caracterizados por ansiedad, depresión e ira; produciendo un impacto negativo en el sistema nervioso autonómo activando cambios bioquímicos y un desbalance hormonal que repercute en los sistemas endocrino e inmune, y en última instancia, en la salud del individuo.
La mente es la fuente de toda felicidad o del dolor, está constantemente activa salta de un pensamiento a otro que se manifiestan de una emoción a otra. Solemos confundir lo que sentimos y pensamos con lo que "somos" identificándonos con ello, es por ese motivo que no somos capaces de gestionar esas experiencias de una manera saludable. Nuestros pensamientos y emociones determinan nuestro comportamiento en la vida en su caso la intensidad del estrés que provocan, por eso es importante conocernos y detectar los botones o momentos en que se activan indiscriminadamente.
Meditar (mindfulness) para conectar con lo que somos realmente, más allá de la experiencia que podamos tener en cada momento, convertirnos en observador de esas experiencias para alcanzar la auténtica libertad, esa que nos permite reconocer y aceptar nuestras emociones y dar elementos indicados para cada momento de nuestra vida.
El mindfulness nos propone dejar a un lado el pasado y el futuro, y centrarnos en el presente estar en el “aquí y ahora”. Tomar conciencia plena del momento actual y aceptar la vida tal y como es. No consiste en resignarse, sino todo lo contrario estar atentos a las situaciones cotidianas a nuestro alrededor (como la sonrisa de un hijo, las flores que se renuevan constantemente, el sabor de tu comida) que por el ritmo acelerado de la vida actual pasa desapercibida. Sin dejar que nuestra mente se distraiga en el pasado o en el futuro, conseguiremos aliviar la ansiedad y el estrés, seremos personas más seguras y calmadas, entender el cambio constante en la vida permite observar nuestros problemas cotidianos como situaciones variables con diferentes opciones para resolver.
El mindfulness (meditación) se lleva practicando desde hace 2.500 años. Su origen está en el budismo, pero se popularizó en occidente hace unas décadas gracias al prestigioso médico Jon Kabat-Zinn, director de la Clínica para la Reducción del Estrés en Massachusetts. Poco a poco ha ido perdiendo su connotación filosófica y religiosa, hasta convertirse en un conjunto de métodos para alcanzar la atención plena (que es la traducción literal de mindfulness).
El objetivo del mindfulness es alcanzar la atención plena, entrenando la mente para que se centre únicamente en lo que está ocurriendo en cada momento, generar relaciones de empatía, mente clara y con dirección.
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